Metí la selva en una manzana. Te la regalaré un día de estos cuando te atrevas a reconocer que tienes ganas de dejarte caer por mis precipicios. En mi selva soy la única depredadora. Soy la única que decide si te quedas a jugar un rato o te como de postre tras habernos apareado. Soy tu amantis religiosa y los dos lo sabemos.
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No entendemos de matemáticas emocionales, no hay fórmulas precisas que digan qué, cuándo, cómo y con quién vamos a enamorarnos. El amor no puede simplificarse en una pirámide invertida y eso, para un periodista, complica la cosa bastante. Me rodean mujeres desesperadas por entender a los hombres absolutamente ciegas por no ver que antes que nadie has de entenderte a tí. No hay amor si no realizas tu parte del trabajo. No puede haberlo si hay inseguridad, miedo o desconfianza en uno mismo porque entonces llenaremos al otro de celos, miedos y reproches. Lo sé porque la he cagado mil y una veces con esto. Escuchadme y escribidlo en los espejos: " Antes que tú, yo".
La imagen es de Dilka, en homenaje a la ciencia del sueño.
viernes, 14 de noviembre de 2008
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3 comentarios:
"No puedo ser la mujer de tu vida,
porque tengo que ser la mujer de la mía".
Lo dijo una rubia hace un par de meses y sentó cátedra.
Rascafría (o por ahí)
Hace entre 5 y 7 años
Casa rural con puerta abierta constantemente y habitantes constantemente alcoholizados
Situación propicia para la filosofía...
-Ostia!!!una amantis!!!!! (cara de acojone general)
-Mira, por si refresquis!!
De la (a)mantis nunca más se supo...
Las conclusiones filosóficas se las dejo a los lectores, yo no me acuerdo.
palabro: pitteame
siempre con protección, por supuesto
Me encanta leerte y ver que evolucionamos (favorablemente en una dirección muy próxima), que las máscaras van difuminándose poco a poco y que el miedo se aleja porque la buena compañía nos hace olvidarlo...Me alegra sentirte tan cerca.
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