jueves, 21 de diciembre de 2006

A tí, la dama, la audaz melancolía...

A ti la Dama, la audaz melancolia que con grito melancólico hiendes mis carnes ofreciendolas al tedio.

Te he pagado cien veces mi deuda.

De las brasas del ensueño solo quedan las cenizas de una sombra de la mentira que tu misma me obligaste a creer y la blanca plenitud no es como el viejo interludio y si no una morena de finos tobillos que solo no me dejo mas que la pena de HABER VISTO NACER LA LUZ SOBRE MI SOLEDAD.

......

Durante mucho tiempo he pensado compartir mis cuentos y mis historias, pero me ha faltado valor. Muchos de vosotros sabéis lo que me cuesta dejaros leer lo que hago...

Este es el principio de un cambio.