viernes, 31 de octubre de 2008

La noche


Evitaremos las luces, nos esconderemos en los márgenes de la sombra, de la irrealidad y de la noche. Nos guiarán los instintos. Dejaremos de lado los compromisos. Nos dejaremos llevar por las apetencias porque, señores, esta noche no hay más muerto que uno mismo ni más vida que tus ganas. Esta noche la ciudad muta, se transforma. Unos honran a los muertos y otros, nosotros, los más osados, celebramos que un año más caminamos por el filo de la Katana y todavía seguimos (ni vivos, ni muertos) para tomarnos otra copa. Brindemos por las veces que deseamos morir, por las veces que sientes vida, por los sueños, por las esperanzas. Yo brindaré, como siempre, con Vodka y lima, otros prefieren una sin y algunas de dejan llevar por los instintos que abocan a un ronmiel más. Pero, entre tanto, danzad, danzad malditos, porque esta es la noche en la que se celebra la libertad. Y yo, que siempre he odiado las fechas de 'El corte inglés' este año lo celebro porque sí y porque apetece. Morir para resucitar. Morir para reencarnarse. No hay más infierno que seguir vivo...

martes, 28 de octubre de 2008

Mis mujeres

El otro día me dijeron que épocas de stand by lo que tienes que hacer es acabar de pararte, darte cuenta de dónde estás, asumir tu situación y poner orden en tu vida. Me paré. Hice sólo lo que me apetecía hacer. Me escapé de cañas por las venas de la Latina. Me lié la manta a la cabeza y dejé de lado obligaciones autoimpuestas y entonces, por fin, llega el frío a Madrid. El frío me hace sentir viva, no sé muy bien por qué. Y empiezo a darme cuenta de que cada mujer es la suma de varias. Y yo tengo un par de ellas paraditas, esperando su momento, pero sigo adelante con las que puedo para, al menos, intentar encontrar algo que haga responder a las que aguardan dormidas. Más o menos así está el tema. No es mucho, pero es algo más que lo que tenía la semana pasada.

jueves, 23 de octubre de 2008

Estado de profunda apatía


Será el otoño, la lluvia o los primeros fríos. O puede que sea el eterno stand by. La melancolía, el no saber por dónde empezar. Que las cosas no van ni medio bien ni medio mal. Que las cosas sedimentan generando capas y capas de sentimientos negativos que generan pena. Sigo esperando que me den un ostia. Sigo esperando levantarme... Mientras tanto, me despido.

viernes, 17 de octubre de 2008

Qué pasó anoche


Hace unos cinco años me gustaba muchísimo. De hecho siempre tuve la callada esperanza de que se volviese a mirarme metido en su saco de dormir y me diese un beso de buenas noches. Lo malo es que era amigo de mi amor platónico y a los dos nos complicaba un poco la existencia del tercero que era, cómo no, el de los tres nombres propios. El caso es que no sé por qué ayer me acordé de él. Su cara, sus manos, sus abrazos... no sé nada de su vida desde hace miles de millones de años luz pero compartíamos cama en mi sueños y parecía tan feliz (yo) viéndole a mi lado con su boca a tres pestañeos de mis labios... Y me he levantado con la extraña sensación de que algo se está gestando, cerca, al lado, que ya no pienso en diseñadores de ego desmesurado, ni en nombres propios, ni en coordinadores de centros de menores. Que ahora, por fin, sueño con algo nuevo...
PD: luna menguante

miércoles, 15 de octubre de 2008

Fallo de racord


A medio camino entre tu casa y la mía observo a un niño que sigue creyendo en los reyes magos y me dice que qué les voy a pedir, convencido, como está, de que existen y que pueden lograr todo aquello que quieran. "¿Qué les pido a los reyes magos?" Al niño le digo que una consola o unas botas, que no lo tengo muy claro pero por dentro pienso: "Que maduren los hombres de los que me enamoro".
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Mi sistema cerebral procesa la información que recibe de una forma un tanto peculiar. Nunca sé en qué día vivo. En mi casa no hay reloj. Tampoco me dictan cuánto tiempo y cómo he de estar con mis amigos. Hay lunes que se convierten en domingos y viernes que duran una semana. Encuentros y desencuentros. Mi sistema cerebral produce fallos de racord. Es por eso por lo que todos los octubres tengo que cortar con todo (o con alguien). Es siempre la misma escena. Mi cara es la misma, los gestos, las dudas, las expectativas... sólo que cambia la persona que tengo delante. Este racord puede acabar con la historia de mi vida. O, quizá, me convierta en el nuevo Lynch, ¿quién sabe?.

viernes, 10 de octubre de 2008

No me cuentes cuentos


No me cuentes cuentos a no ser que seas Bernarda y haya pagado por oirlos. No me cuentes que me llamas cuando puedes o que andas liado o que los armadillos han entrado en tu cuarto y destrozado tus conexiones cerebrales haciéndote olvidar el día en el que vives. Mira, no me cuentes cuentos. No me digáis que no vais a cambiar nunca porque las cosas cambian. Cambian cuando te echas novio, cambian cuando cortas, cambian con el espíritu de la persona, cambian cuando maduras, cambian porque sí... Deja de decirme que siempre serás el mismo, que siempre te molará lo mismo. Conozco heavys que han ido al concierto de 'El canto del loco' y luego dicen:" si yo no he cambiado nada..." ¿Nada? Venga no fastidies. Se cambia y punto. Y no, no me digas que las cosas son IMPORTANTES y son FUNDAMENTALES si es MENTIRA. No me jodas, darling... que ya soy mayorcita.

miércoles, 8 de octubre de 2008

Hipermetromía emocional


Hipermetropía por la RAE: Defecto de la visión consistente en percibir confusamente los objetos próximos por formarse la imagen más allá de la retina.

Hipermetropía emocional por Lostnilwen: Absurdo defecto de la mente de las personas (sobre todo las que portan cicatrices) consistente en percibir confusamente las personas próximas (posibles o futuras relaciones) por formarse una imagen terrorífica de futuros imperfectos más allá de la retina.

martes, 7 de octubre de 2008

Sapos


El mundo está lleno de sapos. Algunos parecen inteligentes, otros simpáticos, algunos son hasta bonitos pero todos son sólo sapos. Y yo soy la princesa de los labios de fresa y no me da la gana de besarte para probar si te transformas o no porque lo más probable es que no lo hagas y me quede con cara de asco mirándote y pensando: Mierda, he besado a otro sapo. Así que he de darme a la castidad anfibia, dejar de perder el tiempo observando bichos y concetrarme en cosas valiosas. Como abrir las ventanas para que entre el frío y tomarme un té en el café de las penas, mientras dos niñas me observan cuando cargo con mi vida dejando un rastro de simpatía bajo mis pies de plomo y la gente me aplaude por la calle por ser como soy. Por ejemplo.

lunes, 6 de octubre de 2008

Extrema


Me siento en una situación extrema, casi desesperada, necesito ayuda urgente. Verás, lo que pasa es que no pasa nada.
Dirás, eso es bueno. Bueno y malo, te contestaré, porque la realidad es que me aburre la rutina, la rutina lleva al aburrimiento existencial. Ni bueno ni malo.
No soy feliz, estoy contenta. A veces soy feliz pero, en general, tiene que ver con el número de cervezas que he ingerido. Y verás que, de veras, me puede la situación.
Necesito un estímulo. Necesito dejar de ser un maniquí de la calle Preciados. Necesito empezar a sentir algo. Algo en general, bueno o malo, querer de una vez u odiar con todo el alma.
Dejar de tener la cara de Kate Moss mientras desfila. Sentir, por lo menos, rabia o pena. Si puedes hacerme reaccionar, por favor, ponte en contacto conmigo.

viernes, 3 de octubre de 2008

Mis zancos mágicos

Si esta noche me encuentro por Madrid a uno de esos gnomos que te conceden un deseo le invito a unas cañas a cambio de unos zancos mágicos que me permitan ver la realidad desde una nueva perspectiva. No quiero mirar con desdén a los bajitos, ni necesito sentirme superior, sólo quiero tener el punto de vista de los pájaros, como las palomas que te observan comer y que te escuchan mientras te tomas algo en una terraza con frío. ¿Qué pensarán de mí las palomas de Madrid? ¿Creerán que tengo valor o que me falta? Mis zancos mágicos me permitirían observar las cosas más triviales: los cafés con leche de la mora, las miradas de alcaudón su pequeña amada, al hada creando mundos de fimo, a la maga con sus niños, a la voz carraspeando por las mañanas, a las cosas que no veo de quien me importa y, sobre todo, observarte mientras me observas, atender al gesto, a la palabra, a los minímos roces de nuestros cuerpos. Una nueva perspectiva de tu aliento, de tus manos, de mis ojos en tus ojos, de mis ojos en tu espalda, de tus mudanzas y de tus series en DVD.

miércoles, 1 de octubre de 2008

Que sea ya (no hoy)


Que sea ya. Que llegue el invierno. Que pueda poner la calefacción y tomar té con miel muy caliente mientras miro a la gente desde el balcón de mi casa. Que sea ya y deje de ser hoy. Que tengas el valor de dejar de preguntar a otros y preguntarme a mí por el gato. Que sea ya cuando pueda hacer dibujitos en las lunas heladas de los coches antes de venir a trabajar. Que sea ya cuando llego a casa y pienso "por fin" mientras los pies van entrando en calor. Que sea ya cuando estire la mano y no siempre esté sola. Que sea ya cuando alguien me mire a los ojos y me de un beso en la boca mientras nos nieva de mentira en Neptuno. Que sea ya cuando pueda poner mis manos heladas sobre el café. Que sea ya. Que entre algo de calor en mi frío...