viernes, 20 de febrero de 2009

El descanso de Dios


Y ahí estaba ella. Una pequeña, negra y peluda sospecha intuída a base de pequeños soniditos chirriantes sobre las sábanas. Los dos observábamos horrorizados sus movimientos de araña, su cuerpo de araña, sus ojos de araña. Yo no quería matarla, reconozco que me daba asco, él tampoco porque estaba aterrorizado. Me dan el mismo asco las arañas que las polillas, animales que Dios debió defecar el día de descanso. Intenté matar a aquel bicho inmundo con un klinex, yo sudaba, miraba a otro lado, intentaba no pensar en lo que estaba haciendo, pero noté sus patas al otro lado del papel y se me arrugaron las cejas hasta que la naúsea hizo que me marease. Había que acabar con eso lo antes posible. La maté con un taconeo. Recogí el fiambre y lo tiré por la basura. Me deshice de las pruebas echando a lavar las sábanas. Todavía me siento culpable...

martes, 17 de febrero de 2009

Los puntuales


El puntual mira inquieto el reloj, cruza la calle para pedir un café para llevar en el Starbucks, vuelve a la boca del metro. Repite sistemáticamente su melodía: sorbo de café, vistazo al móvil, reloj, café, móvil, reloj, cafémóvil, reloj, cafémóvilreloj...
Pasan los minutos y se agobia. Tira el vaso de café a la basura y se aleja penosamente por una calle comercial bulliciosa.

Dos minutos más tarde pongo mis ojos en ella: misma rutina, misma desesperación, otra salida de la misma parada de metro.

Los puntuales son gente tan respetuosa que no se llaman para no poder reprocharse la falta de respeto que supone que se llegue tarde sistemáticamente a las citas.
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Visto y vivido ayer en la Plaza de Callao. Lugar de (des)encuentros donde los haya.
La ilustración es de Sucktalife

viernes, 13 de febrero de 2009

Invierno


Aquella mañana de invierno la cabeza le dolía demasiado: boca pastosa, lengua moqueta, resaca de dos botellas de vino barato. Se vistió como pudo con aquella ropa de un anciano muerto, cogió su cartel y se echó a los pies de la gente en la calle Preciados pidiendo dinero para comer. Nadie se percató de su presencia. Así las cosas cogió la cabeza entre las manos y se la arrancó. Ya no sentía ni hambre ni frío. Ya no dolían las miradas que no llegaban.

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La ilustración de ayer y de hoy es un tipo que se llama Sam Weber. Os dejo su web porque es una fuente de inspiración para cualquier alma sensible. www.sampaints.com

miércoles, 11 de febrero de 2009

La voz


La voz. Busca tu voz. Encuéntrala. Métela en una caja de cristal, gira, da la vuelta, toma perspectiva, observa, analiza, toma distancia. Reproduce tu voz, tu voz única, la que te diferencia del resto, la que te hace individuo. Una voz nasal como la de Silvio, o rota de tanto fumar como la de Sabina, o un exceso de ñoñismo cual Nena Daconte... pero no dejes de buscar tu propia voz. La voz en la novela, en el relato, en la literatura o en tu propia vida. Tu voz, la voz, única, irremplazable...
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Hoy hace 25 años que se apagó la voz de Cortázar.

lunes, 9 de febrero de 2009

Hombre-hormiga

Mi hombre-hormiga. Lo intentamos, pero no eres para mí. Mi querido insecto, irregular, amorfo, idiota y, a ratos, despreciable. Te añoro a ratos: tus preguntas estúpidas, tener que explicarlo todo, contextualizarte. No puedes entenderme sin saber de lo que hablo.

Mi pequeño hombre-hormiga que se cree que sabe mucho porque escuchó una canción, leyó un libro o robó un verso... Idiota... Si supieras que te falta tanto por comprender empezarías a entenderlo.

Corre, vuela a la ventana (cuidado con el cristal) y no te suicides cuando entiendas que otros lo han hecho primero. El suicidio es la huída de los cobardes, nada recomendable. Será mejor que esperes a morir de un zapatazo o que esperes a que llege la mujer-hormiga que pueda compartir tu estupidez contigo.
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Ando escribiendo relatos cortos sobre usos y maneras de los hormigas. No sé a dónde me llevarán pero os dejo el primero dedicado, sí, al primer y único hombre-hormiga con el que estuve... Hace tantos años que ni recuerdo mi recuerdo. Esto lo encontré en una libreta perdido y lo he reescrito para la ocasión. Mañana más... (u otras cosas)

viernes, 6 de febrero de 2009

Hace tiempo


Hace tiempo que no pensaba en tí y de pronto un sms que dice mar, que contesto con un mejor mañana. Nuestro amor, si es que pudiese definirse así, son olas y temporadas. Esta ola te trae, esta te lleva, pero yo no siempre estoy en la playa esperando tus mensajes. Hace tiempo que no pensaba en tí, lo juro, pero esta noche me apetece jugar a que te quiero y que me quieres. Enredarme en tus escuálidas piernas. Morderte. Y despertar mañana y huir (huyamos) a otro amanecer en otras tierras lejanas. Será que empieza a afectarme la ausencia de pena. Será que ya no parezco melancolía existancial aunque sí, en cierto grado, morriña...

miércoles, 4 de febrero de 2009

La muerte de Madrid


"En cuanto se termina una comida o se acaba un baile, la princesa Deletrea de Eritrea se larga la primera y sube la escalera de los mil escalones que lleva a los salones de la gran biblioteca." Del libro Princesas que un espejo me regaló...
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Intento concentrarme en lo que ocurre a mi lado. Madrid apesta. Es la lluvia. Dicen que mañana el cielo se nos caerá encima, lo dicen los mismos que no pudieron advertirnos el día que el cielo se nos robó un día. Claro que la Ministra dice que no se puede predecir lo que va a decir una predicción. Vivo en un Madrid donde vuelan los pal' aguas (que es como los llaman las chinas que lo venden a la puerta del metro). Vivo en un Madrid sin esperanza. Vivo en un Madrid agonizante al que matará un espía de un gobierno sin determinar.
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Pd: no entiendo lo que pasa hoy con la tipografía, mi casero sigue siendo mala persona y me han elegido para hacer un curso con Ray Loriga.

Pd2: Ahora mismo brilla el sol... ¿Alguien lo entiende?

lunes, 2 de febrero de 2009

Idea del millón


Me siento a pensar y se me ocurre una gran idea: me cambio de piso. Sí porque vivo en una caja de cartón por la que pago oro y ahora que han bajado los precios puedo permitirme un sitio mejor. Me pongo a buscar y encuentro. Todo bien y en orden ¿Todo fácil? Nooooo... entonces te enteras de que has firmado un contrato abusivo. Entonces entiendes que la has cagado mucho y que te da igual lo que te cueste, tienes que salir de la caja de cartón. Y va a costar, señores, pero mientras voy y vengo lo mejor que puedo hacer es sonreir imaginando cual será mi nuevo hogar con dos habitaciones y más de 30 metros... aish... soñar es tan sencillo mientras esperas el jarro de agua fría.