jueves, 12 de julio de 2007

Buscando el modo (de no romperme del todo)


Están siendo días de lo más terribles a nivel profesional. Lo bueno de mi trabajo es que escribo, más o menos, de lo que me gusta: música, cine, teatro...y eso se agradece. Lo malo de mi trabajo es el agobio existencial de la semana de cierre, así como el trauma que supone tener un compañero que te pone verde en cuanto te das la vuelta. Sí es cierto que he hablado de ella aquí, en contadas ocasiones y siempre sin dar su nombre pero siempre por una necesidad psicológica de deshagoarme un poco con todo lo que esta tipa me hace. La última me ha supuesto una severa reprimenda de mi jefe debido a que, según ella, un dato de una lista de conciertos interminable está mal. La señora en cuestión no se había enterado de que había sido anulado, en lugar de comprobar mis fuentes, ha ido corriendo al presidente a decirle que eso estaba mal, que me invento las cosas y que soy malísima en mi trabajo. En fin, yo he dejado que los dos me gritasen, me mirado mi correo, he impreso el mail de la cancelación y me he vuelto a mi sitio a escribir esto en mi blog. Nadie ha venido a pedir perdón. Como trabajadora me siento ofendida por esta señora, como persona anulada por la incompetencia de los demás y las ganas de subir puestos... y, encima, se echa de menos a Chemita...

En otro orden de cosas, ayer nos juntamos unas cuantas amigas del cole a tomar unas cañas. Cuando quedamos con gente que ha desaparecido tiendo a pensar la suerte que tengo de que algunas sigan estando a mi lado todos los días. Muchas gracias. Esta noche cena para celebrar el cumple del Míster...mañana os informo

2 comentarios:

Anónimo dijo...

¡¡Mätala!!

Lostnilwen dijo...

Jajaja... Bueno, tampoco creo que haga falta. Yo me conformo con que la despidan y me deje (por fin) tranquila con mis historias.