jueves, 23 de octubre de 2008
Estado de profunda apatía
Será el otoño, la lluvia o los primeros fríos. O puede que sea el eterno stand by. La melancolía, el no saber por dónde empezar. Que las cosas no van ni medio bien ni medio mal. Que las cosas sedimentan generando capas y capas de sentimientos negativos que generan pena. Sigo esperando que me den un ostia. Sigo esperando levantarme... Mientras tanto, me despido.
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5 comentarios:
Todos los estados son transitorios y,mientras transitan, sólo nos queda aprender de cada uno y prepararnos para el siguiente. Todo fluye, todo avanza, como dijeron los griegos, y a estas alturas no nos vamos a poner a discutírselo. Lo único que nos puede salvar es que cuando, mañana, estemos otra vez en el mismo punto del círculo hayamos aprendido a pasar con elegancia.
No te despidas, nena, coge las riendas y tira ¡pero ya!
ánimo
Bueno, bueno, ¿quién se despide?
Uyyyyyyyyyyyyyyyyyyy No. No. No.
No hay despedidas, en tu caso,
y con lo muchisísimo que nos gusta
leerte, ni siquiera hay despedida
literaria. Eh?
¡Ay, como te entiendo, filla! Pero como acabo de expresarte vía messenger, ese aparato de Belcebú, acabarás tan harta de estar triste que te acabará dando la risa... ¡qué sí, que sí!
Dicen que es el Otoño. Habrá un momento en el que, sin darse cuenta, empiece a ver las cosas de distinta manera. Somos seres cíclicos. Volverá a ver la vida apasionante (más o menos) y volverá a sonreír, seguro.
Un besico.
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