martes, 19 de febrero de 2008

Límites

En tu reloj no se marcan las horas, se marcan los volveré. En la noche, en la oscuridad de mi cuarto, veo sus señales de humo, pero no hablo su idioma.
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La realidad tiende a infinito. ¿Dónde están los límites entre la realidad, mi realidad y la del otro? ¿Qué he de hacer para empezar a entender algo de tu mundo? ¿Por qué no dejas de enviarme señales que no entiendo y no quiero interpretar y te dedicas a hablar conmigo dignamente y a la cara? ¿Por qué tengo que esperar asomada a mi ventana a que vengas, otra vez, de tu viaje infinito? ¿Por qué nos cuesta tanto formular preguntas y por qué nos cuesta tanto responder con sinceridad?

Esto es lo que me ronda por la cabeza hoy. La ilustración de hoy (preciosa para mí) es de Ken Wong.

5 comentarios:

albert dijo...

quizá sea mi estado febril, si el límite de la realidad tiende al infinito, y el límite del infinito es cero, tenemos una demostración matemático-literaria de que no hay límites definidos.
en cuanto a las señales de humo, me parece que son más consecuencia de intentar apagar a pisotones un fuego que igual prefiere no ver que a un intento real de comunicación, aunque eso es una señal en sí misma.
las preguntas dan miedo porque pueden abrir la caja de pandora, y la sinceridad es la caja en sí misma y una vez abierta, igual no sabemos si la sabremos parar. ¡¡¡cobardes!!! (yo el primero)
y para terminar este comentario enfermo: te veo tras la bruma, veo tu mano, tu mano que ya no se tiende, la mano que despide, veo tus ojos como los vi la vez primera , tu risa queda, tu pelo roto y tu alma entera

Alcaudón dijo...

Ole hyvåå!! (o muy buenas en castellano, que lo vas a entender mejor que el finés).
Antes de nada... Felicidades!!!! (vale, un poco tarde... sorry).
Ésta es una de las pocas veces que voy a poder meterme en los entresijos de la red, así que si mi comment es un poco largo, lo siento de veras. Ahora mismo estamos en Estocolmo y me está pareciendo un lugar lleno de magia. Nos desenvolvemos como peces en el agua y, aunque estemos un poco cansados estamos dispuestos a seguir dándolo todo.
Helsinki no está mal... aunque lo que nos faltó fue verlo sobrios :)
Bueno, espero que esta semana no sea muy cansina para ti. Que todo vaya bien, que Carletes y Fólax te felicitan y te mandan un abrazo de esos de los que estrujan.
Ya te contaré cómo ha ido todo.
Siento que este comment no tenga demasiaada relación con el post de hoy... pero, y en relaci'on a este tema... siempre es mejor ser sincero. :)
Un besazo enorme, otro para Lando un poquito más pequenho... y que vaya bien.

A corderetas con mi alma: "Corde" dijo...

Ufff, yo no estoy febril, pero mi catarrazo me impide decir algo coherente sobre su post.
La imagen tiene una magia especial,a mí me ha cautivado. Y cautivada me tienen sus escritos aunque mi cerebro en ocasiones no los asimile (hoy es imposible).
Se despide una inculta (con vestigios cultos).

Anónimo dijo...

Qué chula la ilustración, qué chula...

Anónimo dijo...
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