Vuelta de las vacaciones con las pilas absolutamente cargadas y un par de descubrimientos vitales más en la maleta. Por un lado, he descubierto que tiene sentido 'Volver' la película tostón del año pasado que odié según terminé de verla ha adquirido ahora un nuevo valor gracias a mis manchegas vacaciones. Y es que ese aire hace que la gente sea seca, incluso a veces altiva, cotilla y pendenciera, pero es la única forma de sobrevivir cuando estás rodeado de la nada más absoluta, sin esperanza de ver nada más que la puta llanura sembrada. Para unos dias, genial pero allí todos los días es para volverte loco. Lo que más me sorprende de ese sitio es que hasta el pastor habla idiomas. Y no es coña. Te pones a hablar con la gente del pueblo y todo el mundo tiene un carrera superior pero luego no paran de decir que están "traspellaos", es decir, que se mueren del hambre. En fin, localismos aparte eso me demuestra que la grandeza de la vida es que cualquiera te puede enseñar nuevos horizontes, nuevos caminos para explorar la inmensidad de lo que nos rodea.
Seguiremos informando.
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