domingo, 30 de septiembre de 2007

Gracias


Cansada ya de esperar para saber si me quiere o no me quiere, de los problemas psicológicos del otro y de todas las discusiones del mundo, hice mi maleta y me fui... con mi gato, los recuerdos, la experiencia y la ilusión de todo lo que me queda por vivir. Rota de dolor por dejarle atrás, pero mucho mejor de lo que cabría esperar viniendo de una persona tan abolutamente pasional como yo. Ni le odio ni me odio. No hago otra cosa que dar las gracias por todo lo que he aprendido de mí a su lado: mis errores, mis manías, mis tabúes... ahora superados gracias a él. Así pues no voy a consentir que nadie diga nada malo de él. Ha cundido el rumor de que me echó de casa y no es cierto: me fui yo.

He visto un piso bonito, tengo un aval del banco y espero poder hacer la mudanza en esta misma semana. Espero seguir contando con todos vosotros porque, aunque no estoy muy hundida, lo cierto es que, a menudo,me asaltan los recuerdos y lloro (cada vez menos). A ver qué nuevos retos encontramos en el camino...

1 comentario:

albert dijo...

ya está firmado el piso?