lunes, 17 de diciembre de 2007

La reina de los cuervos


Salí de su casa con lo que quedaba de mi vida en unas estridentes bolsas de plástico. Aunque intentaba no llorar, lo cierto es que las lágrimas corrían a su antojo por mi rostro mientras el frío de la noche las convertía en copos de nieve antes de llegar al suelo. Inexpicablemente todavía había algo de vida por la ciudad. Una madre, con un niño de unos cinco años enganchado tras su falda, se cruzó con mi pena mirándome a los ojos. El niño miró a su madre y le dijo "mira mamá, es la reina de los cuervos". Cuando llegué a casa lloré, pataleé y me dejé consolar. Una vez agotada me metí en la cama a leer 'La historia del rey transparente'. Seguí leyendo hasta que apareció la reina de la Noche (o de los cuervos, Duhoda). ¿Era de eso de lo que hablaba el niño? ¿Qué posibilidades hay de que su madre le estuviese contando la historia que yo me estaba leyendo? ¿Existe la casualidad?
-----------
En realidad no es un minicuento, porque es algo que me pasó tal y como lo explico, el domingo pasado. Cuando terminé de leer escribí esto en mi cuaderno y, no sé por qué, me gusta y lo comparto. Esto abre el típico debate ¿casualidad o destino? que podéis comentar si os apetece. Yo creo que es una casualidad y que la suma de casualidades hacen la vida. El destino de una persona depende de las decisiones que toma por las casualidades que se encuentra en el camino...

El fin de semana ha sido de lo más tranquilo. (Pablito, tengo un regalo para tí). Y de reencuentros con amores del pasado, del futuro y de diario. Que me gusta, que me da vida que me diga que estoy guapa, que quiero tomarme un café con él e invitarle a desayunar pero que apenas tengo huevos de mirarle a los ojos. Que tengo miedo de quererle o de enterarme de que me quiere, o de que no me quiera o lo que sea...pero que pienso en él, le sueño, le espero. Ojalá me metiese en su maleta y me hiciese feliz. Quiero que me quieran, que me abracen y que me hagan reir, que me respeten, que me escuchen y que estén (lo incluiré en la lista para los Reyes Magos).

5 comentarios:

Alcaudón dijo...

Las casualidades existen porque la vida es casual. El destino existe porque destino es el fin al que llega todo lo que comienza. Por tanto, como dices, el destino al final es un conjunto de casualidades. Muchas veces nos esforzamos por crear lo casual para conseguir un destino deseado... ¿será eso tentar a la suerte?

Anónimo dijo...

Yo creo que el destino está en el aprendizaje. Si esta determinado que debes aprender. De ti depende si por la buenas en un tranquilo camino o de una hostia. Mientras, las casualidades existe, y seguro que hay por ahí un pequeño demiurgo que nos coloca gente y ocasiones para que nos demos cuenta de que es importante .

albert dijo...

creer en el determinismo es una cuestión de fe, porque no hay pruebas que lo demuestren ni que lo refuten. acerca de las casualidades, creo que lo que ocurre es que nos fijamos en lo que nos importa, el niño podría haberte llamado la princesa de las nieves o la ratita de la escalera, pero te fijas en él porque dice algo que te concierne. alguien dijo, que el único acto de libertad total del ser humano es dónde fijar su atención, o algo así.

Anónimo dijo...

Toy con Albert...
...yo no dejo de oir gente hablando de La Hora Chanante o Muchachado Nui, por algo será.

Madame M dijo...

Diooooooooooooooooooooor, Titaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaar...¡Ay, qué chorrazo!