miércoles, 26 de marzo de 2008

Dedicado a la melancolía

Siempre fuiste de aquellos que tiran la piedra y esconden la mano. Además, siempre has sido de los que miran con cara de ¿he sido yo?. A menudo no eres capaz de afrontar el miedo. Porque da miedo lo que te pueden decir las personas que te conocen como yo te conozco. Porque un problema del mundo es la frustración y, lamentablemente, nunca estamos lo suficientemente preparados para ella. Es por eso por lo que un no duele tanto. Siempre has sido un botón en un bolsillo o un shai en el muslo de Elektra. Siempre presente, siempre a punto de ser perdido para siempre. A veces he intentado decirte lo importante que sería para mí saber que estás pero, lamentablemente, decides una y otra vez quedarte en el que se supone que es tu sitio (a punto, a puntito de caerte y perderte en la ciudad). Pero no me culpes por ello. Apriento cuando puedo las cintas rojas. Intento, a veces, cambiarte de lugar. Si no puedes o no quieres no será porque yo no pueda o no quiera intentarlo. Lo que asusta (y lo hace de verdad) es que deshagas y cortes el nudo que te mantiene a un hilo de distancia de mí. El mismo que sujeta el botón de mi chaqueta....

12 comentarios:

Alsan dijo...

Es desesperante obsesionarse por un botón que se va a caer. Siempre tienes que esta atento a ellos, vigilandolos y pensando cuando lo vamos a perder.
Prefiero tirar con fuerza, romper la cuerda y dejarlo en casa. Guardado.
Me coso uno nuevo y guardo el otro como recuerdo. El nuevo va a dar menos problemas que el antiguo y me va a hacer más feliz.

Lostnilwen dijo...

Y si el botón es una persona?

Alcaudón dijo...

Siempre dependerá de ti guardarlo, tirarlo, o volverlo a coser... pero si está roto y se empeña siempre en ser un coñazo... en tus manos está ver qué te conviene

Madame M dijo...

Volver a coser cuando el botón se empeña en descolgarse siempre me parece un error. Aplíquelo a lo que guste.

Alsan dijo...

Yo opino que mejor dejarlo en casa y olvidarse de él. Llevando un botón colgando no puedes coser otro. Y si llevas un botón colgando no estarás atenta y no veras un botón de oro que queda mejor en la chaqueta y que estará tirado por el suelo.

Veneguera dijo...

si el botón es una persona entonces resulta es que el botón tiene capacidad para decidir si quiere o no volver a ser cosido. Consulta a tu botón. Si su respuesta es sí vuelve a coserlo; si es no (o cualquier otra cosa que suene a ambigüedad), olvídate de él y busca otro botón o lánzate a la aventura de salir sin botón a la calle.

albert dijo...

siempre queda la opción de pasarse a la cremallera o al velcro

Alcaudón dijo...

o incluso al corchete...

Madame M dijo...

O agarrar los dos lados con la mano.... ¡Dios, sois unos cerdos malpensados!

A corderetas con mi alma: "Corde" dijo...

Había un botón, tón, tón... hay que chiquitín, tín tín...
Soy maestra, tengo mis canciones infantiles. Aplíquenlas, que siempre son buenas.

Anónimo dijo...

MIGUELMAGA

He vuelto!! que estuve ausentes por problemas "tesnicos" y poco que decir salvo... que la metáfora del botón me parece curiosa, ya que en todas las chaquetas vienen botones de repuesto... en la mayoría , no sé porque, son más pequeños pero, seguro que en el bolsillo de tu chaqueta hay más de un botón de repuesto e incluso que combinen mejor con tu chaqueta que el original. Así que... ánimo!!!

Aaaa y que me hizo ilusión verte aunque con un cristal en medio pero también vi a Berti... lo compensa jaja. Saludos

Lostnilwen dijo...

Dichosos los ojo, Maga... A ver si nos vemos sin cristales de por medio :) Un saludo