miércoles, 18 de junio de 2008

Ingrávida


Hay un momento de la vida de todos en la que debes saltar por la ventana. Me refiero a cosas como ser hirientemente sincera con los amigos, decirle al chico que te gusta que no puedes evitar pensar en él o al pasado que te den... El momento que precede, exactamente, a quitarte ese peso de encima te sientes absolutamente ingrávido. Nunca sabes qué va a ocurrir si te tiras por la venta. ¿Qué hay justo debajo de lo que se ve en la foto de Tim Walker? ¿Está el príncipe azul para recogerla?¿Caerá sobre un lecho de rosas que llenen sus piernas de arañazos o en una nube de algodón? ¿Se estampará contra el suelo (sueño) y no sabremos nada más de ella hasta que no salga de la UCI? Al final, lo que ocurra da igual... no hay después de esta foto y, lo es mejor, si lo hubiese no quiero verlo porque me reconozco en esa libertad, en esa locura ingrávida que rodea ese bonito camisón de gasa. Porque me siento igual y soy un poco ella. Y todos somos un poco ella. Estoy rodeada de gente que tiene que tomar decisiones importantes para con su vida (SU VIDA, su futuro, su historia personal) y miro a los demás y pienso, algo está cambiando en la gran ciudad... Será que a Babs se le está quedando pequeña la realidad.

1 comentario:

albert dijo...

el viento no se ve o es muy difícil de dibujar. como pasa en este dibujo, que sólo se adivina porque acaricia por detrás el pelo de la misteriosa rubia que va andandando despacito por el aire para subir al cielo, casi bailando, casi con miedo