lunes, 23 de junio de 2008

Reto conseguido


Lo raro es la calma que precede a la subida de adrenalina. Unos segundos en los que te quedas con la cabeza en blanco y sólo colocas el arnés y respiras. Lo peor, aunque parezca mentira, son los primeros metros. Estoy por deciros que el primer metro, porque los pies se despegan del suelo y ya no tienes apoyo ninguno, si te caes, duele, seguro... Así que sólo puedes dejarte subir y subir, y ves la gente cada vez más pequeña y es entonces cuando superas el bloqueo y te pones a hacer el cabra: primero sueltas el cable, luego te cambias de posición y, entonces, eres libre. Ya puedes hacer lo que quieras: bailar, ponerte bocabajo, hacer que vuelas... y ver Madrid de una manera que nunca lo habías visto y el cielo, mirar ese impresionante abismo que sobrecoge. La primera vez que subimos altísimo (dicen que es una de las veces que más alto han tenido que subirnos porque teníamos que "saltar" una valla de esas que impiden que se vayan las pelotas de golf a tomar por tágenas ¿unos 50 metros, no sé) decía que la primera vez que subí sólo miraba la Torre Picaso. Primero, intuída entre los edificios y arriba del todo vista tan completa que asustaba más que mirar abajo. Y la felicidad. Y los gritos (por guión, eso sí, que teníamos, eh). Y la sensación de inmensa paz y las ganas de que no se acabe... De noche es todavía más acusada cada sensación... y el viento, que te da en la cara y te zarandea y te hace sentir tanta...paz

Os dejo dos fotillos de mi cuelge vital con La Fura dels Baus, una por la tarde, mientras ensayábamos y una por la noche. Por cierto, iba de burbujita freixenet.

2 comentarios:

albert dijo...

lo mejor del evento, sin duda

A corderetas con mi alma: "Corde" dijo...

¡Madre mía, es impresionante!
50 metros y le acojonó el 1er metro sólo? Es chulísimo, seguro que sintió por una vez que estaba muy viva. Yo sentí eso una vez, cuando escalaba, pero no tendrá que ver nada con la sensación que describe. Flotar (incluso con arnés) es tan parecido a volar...
Una flotante dorada: ¡es bestial!