martes, 10 de junio de 2008

Recobrando el juicio


No te he sido sincera. Eso no quiere decir que te haya mentido (que no lo he hecho), sólo es que no te he sido totalmente sincera... Verás, nunca entiendes bien lo que escribo. Suele pasar: lees algo, desconoces el contexto e intentas razonarlo desde tu punto de vista. Lo único que ocurre es que ya no me conoces (si es que alguna vez lo hiciste) y no sabes de mi contexto. No sabes a quién quien quiero a quién odio o con quién me enfado ¿por qué estás tan seguro de que no te odio, quiero o estoy enfadada? Tranquilo, no es para tanto. Ya no te doy ni un minuto de mi vida, ni uno ¿sabes? No por nada pero es que, afortunadamente, evolucionamos. Estoy en la otra punta de tu mundo. Soy inalcanzable. Nunca fuimos amigos de verdad. Tú eres el chico ostra y yo la niña con muchos ojos. Los dos somos unos raros pero yo sigo teniendo gente con la que jugar en el parque y tú estás muerto. Lo siento por ti pero te lo mereciste ¿no crees?
----------------
La muela del juicio me hace perderlo. Tengo fiebre y sueños raros. El cuento es para más de uno es la sensación general de quienes creen que saben de lo que hablo y no tienen ni puta idea. Es para los que me preguntan si estoy bien o mal o se sienten identificados para los que me llaman princesa o puta, para los que creen que saben algo de mí y desconocen, por completo, quien soy en realidad. Me he cansado de que lo que dicen, ahora soy yo quien digo.

2 comentarios:

Alvaro Claver dijo...

¡la niña ostra! ¡la niña ostra!
Te queremos. No desesperes con la muela, al menos no como Chuck Norris...

albert dijo...

are you talking to me?

nooooooo nooooooo noooooooo (cántese a lo amy)