lunes, 26 de noviembre de 2007

Oriental


" Es como contemplarse en el espejo:
La forma y el reflejo se observan.
Tu no eres el reflejo,
Pero el reflejo eres tú. "

Soñé con él sin saber, ni poder, ni querer, evitarlo. Anduve por ciudades de cuento con calles de mazapán y nubes de algodón. Cuando el príncipe se asomó a la ventana le grité que le quise. No me oyó. Conocí en mi camino a un triste plebeyo que me obligó a olvidarle a golpes de risa y recuerdos... Tampoco me aguntantó mucho y se marchó con una gorda verdulera que conoció en un mercado. Así las cosas, me enamoré de un sapo. Fue mi único amor fiel.

-----------

Pirada de pinza del lunes, qué se le va a hacer. En mi casa no hay relojes. La verdad es que he pensado que debería comprarme uno. Quiera o no quiera hay cosas que tienen horas: el trabajo, cuando quedas con alguien, las citas de domingo para comer... Sin reloj no hay horas (o no importa que las haya). Por eso los desayunos se sirven a las tres de la tarde y se come cualquier cosa a las cinco y media. La siesta se duerme a las siete, se cena a las once y la noche empieza a las dos de la mañana. Mejor cuando te acompaña alguien además del gato. Mejor cuando te ven llorar y se rien de tí y cuando le dices al alguien: con amor, que te vayas a tu puta casa...

Por lo demás, el sábado estuve en el concierto de Miguel Dantart. Indescriptible. Y el domingo ganó el Atleti y casi no le eché de menos. Será que me hago mayor, pero las pequeñas sonrisas diarias son las que me hacen tirar pa'lante. Bienvenidos a una nueva era...


2 comentarios:

Alcaudón dijo...

Para mi una de las mejores cosas de la vida es lograr darle esquinazo a la persecución inagotable del tiempo.
Darse cuenta de que han pasado cinco horas como si fuese una es como parar el reloj (suena absurdo, lo sé), porque aunque los segundos pasen implacables, consigues quedarte en el instante que estás disfrutando. Una buena conversación, escuchar música durante un buen rato, compartir pasados, y aprender de la vida mientras te dedicas a desmontar filosofías son de esas cosas que logran que te olvides de que la Tierra gira sobre sí misma y alrededor del Sol, siempre y cuando lo hagas en la compañía adecuada, por supuesto.
Yo no compraría un reloj... con el del móvil te basta y te sobra.
A propósito... bonito microcuento

albert dijo...

me encantan las piradas de pinza