lunes, 4 de junio de 2007

Funky...


Este intenso fin de semana me ha regalado buenos (y malos) momentos, pero siempre aliñados con buena música.

Para los malasañeros, el sábado estuve en un bar donde suena funky y Coltrane que se llama 'Mather Fucker', os recomiendo una visitilla para ver los curiosísimos pósters que pueblan el susodicho recinto.

El domingo, cumpleaños feliz del bajista catalán. Colegas, risas, conversaciones políticas y un menú compuesto por guacamole, paté de olivas, vichyssoises!!! lasaña de champiñones, carne y espinacas con bechamel y flan. Todo casero. He adelgazado diez kilos desde que no estamos juntos...ahora os hacéis una idea de por qué :)

El caso es que este fin de semana sólo me he dedicado a pensar una cosa: ¿Deben los amigos apoyarte incondicionalmente? ¿Se puede ser amigo del amigo de tu enemigo? ¿El amigo de tu enemigo es tu enemigo? ¿Realmente quiero tener cerca a gente que es amigo de mi enemigo? ¿Puedes prescindir de la gente o debes prescidir de la gente que no te apoye?

Y otra cosa: si Mina y Julio se casan ¿Juanjo Oliva, Divina Providencia o Amaya Arzuaga? ¿Adela Gil ? ¿Sara Navarro? Menos mal que tengo un año para pensarlo...

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Creo, y me baso en años de experiencias, que sobrevalorams demasiado la amistad. Y antes de me cuelguen del palo mayor, matizo: esperamos que los amigos estén siempre ahí. En el fondo es algo egoísta. Yo siempre recurría a los amigos cuando las cosas no iban bien y necesitaba que estuviesen allí. Yo le daba la chapa y vicerversa. Ahora prefiero verlos cuando las cosas están bien, para reirme, para quererlos, porque cuando las cosas van mal sé que sólo estamos las cosas que van mal y yo. A los amigos hay que cuidarlos no exigiéndoles que sean tan incondicionales, por eso hay que rodearse de amigos que te hacen bien y a los que no te hacen bien hay que mandarlos a paseo porque los amigos han de ser un oasis elegido en el que recalar de vez en cuando, ya que si se les exige que estén siempre ahí se convierten en psicólogos y, entonces, hay que pagarlos.
¡Joder, no sé si me he explicado! Que estamos solos, pero no, pero sí... Que tenemos que aprender a vivir con nosotros mismos y, claro está, compartir nuestros descubrimientos sin agobiar ni exigir... Nada. No me explico.

albert dijo...

se explica y con sabias palabras, que no comparto del todo aunque sí en mucha medida.

Lostnilwen dijo...

Sí, entiendo perfectamente lo que dices usted Madame. Lo que pasa es que cabe esperar que los amigos te ayuden, apoyen y crean en toda circunstancia. Colegas de pedo tengo muchos, amigos poquísimos...y perderles duele.

Anónimo dijo...

Pero se puede tener amigos de verdad, no sólo de pedo, sin que tengan que estar siempre ahí. Y a mí los pedos me encanta cogérmelos con mis amigos. O sea, que ya paso de los peseudo amigos para pedos y para todo. Lo que pasa es que, si alguna vez no están, no se lo tomo en cuenta... A no ser que no estén nunca, pero, claro, entonces ni amigos ni ná. ¡Vaya temita!

Anónimo dijo...

mi opinion es que no ha de haber enemigos (excepto aquellos ya extintos), amigos o no, eso solo tu y no el lexico puede decidirlo. Me alegro de tu fin de semana tan completo el mio me ha descubierto una nueva secta a la cual, pertenezco laboralmente.

Hasta mañana.