Analizado con calma su caso era digno de estar en uno de esos libros de enfermedades raras. Los doctores no deberían dejar pasar la oportunidad de hacer pruebas y documentar un caso tan extraño como el suyo. Probablemente se encontraban ante el único caso de incomprensión existencial del mundo. Con el paso de los años había dejado de ser capaz de entender a las personas con lo que, sólo por rutina, había tomado por costumbre olvidar el ayer. ¿Por qué? Porque ayer fue negro y hoy es blanco y mañana puede que el mundo se levante de amarillo. Así las cosas sólo podía caer en la rutina del sin rutina o documentar sus días como entes aparte, fuera de todo tipo de contexto (su vida).
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El texto de arriba es una pirada de pinza que escribí ayer...cosas que pasan. Llega el fin de semana y hay pocos planes. Esta noche Amable en el Low y mañana cumpleaños de Gon (al que no sé si podré asistir). Quiero cañas, amigos y risas, así que si os apuntáis ya sabéis dónde podéis encontrarme. Por lo demás, sigo intentando no odiar a los incompetentes que me rodean y restaurar mi karma realizando buenas acciones (una vez al año).
1 comentario:
mmm, poca memoria, días sin rutina, incapacidad para entender a los demás, me suena de algo...
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