jueves, 11 de octubre de 2007

Vomitando las entrañas


"Formulas preguntas con semilla de respuesta y conozco cual es tu camino de memoria". Me paso el día haciéndome preguntas e intentando, en la medida de lo posible, que sean contestadas. Intento evitar la tentación de hacérselas pero, a menudo, no me queda más remedio. LE pierdo y le recupero treinta veces al día y ya no sé si irme o quedarme, ayudarle o mandarle a tomar por el culo. Yo sólo quiero que me quiera, que me cuide, que me abrace, que supere sus problemas y me diga que se equivocó, que desea estar conmigo... En lugar de eso me encuentro con sus sí pero no, su color grisáceo, su pasotismo...pero también le veo llorar, sin ganas de comer nada ni de seguir andando "¿Cómo no imaginarte, cómo no recordarte hace apenas dos años?" Me hace, involutariamente, daño. Me vuelve, involuntariamente, loca con sus idas y venidas... ¿Tan difícil es de aceptar que quieres a una persona?

En otro orden de cosas la tipa malvada del Alcampo a pasado a mejor vida (por lo menos ya no trabaja conmigo). Así las cosas me siento bastante más tranquila en lo laboral aunque muy, muy cansada en lo personal. ¿Alguien conoce un buen chico que me pueda hacer olvidar toda esta mierda?

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