miércoles, 3 de octubre de 2007

Cuesta mucho


Me cuesta mucho coger el teléfono a su madre y hablar con ella sin romper a llorar. Me cuestan las noches en una cama que no es mía, en una casa hostil y con la lluvia golpeando las ventanas. ME cuesta no mandarle un mail por segundo diciéndole que le quiero. Me cuesta no invitarle a cenar. Me cuesta mirar a Lando cuando quiere que le estampe, como él lo hacía, contra el sillón... Me cuesta bastante todo... pero tengo que comprar la tele nueva, el microondas, las sábanas, hacer otra vez las maletas, ir al Ikea, etc.
Eso hace que el dolor sea un poco más pasajero. De todas formas, mataría porque me abrazase.

1 comentario:

albert dijo...

ya falta poco para que descanses en TU casa. después vendrá todo rodado