martes, 9 de octubre de 2007

Trampas absurdas de la mente


Ayer me costó dormir porque me dijo que me quería. Estuve pensando en él y en mi casa. ME di cuenta de que tengo una cama de matrimonio para dormir yo sola a mis anchas y, sin embargo, le guardo un sitio a mi lado, como si fuese a venir a dormir conmigo en cuanto acabase de pegar tiros con la PS3. Absurdo, completamente.

Luego decidí que debía dejar de pensar en él. Así que obsesioné con hacerme una lista mental con las cosas que me pone nerviosa no tener en casa: un bol para la ensalada, una cesta para las patatas, uno de esos cacharros de plástico que te ordenan los cubiertos en el cajón, etc. Cuando llevaba dos horas pensando eso caí en que era el absurdo 2 de la noche.

Luego me obsesioné pensando en que quiero / necesito que Andreu venga a verme... y pensé cómo pedírselo sin que se preocupase mucho por mí. Inventé y reproduje mentalmente conversaciones que no existirán. Será tan fácil como un: ven y vendrá, si puede. Y me dí cuenta que ya eran las cuatro de la mañana y que seguía dando vueltas en la cama pensando en cosas absurdas. Cuatro horas más tarde me sonó el despertador. Desayuno y me ducho, corro al metro, llego tarde... y cuando pienso en lo absurdo de no descansar pensando en cosas absurdas levanto la vista de mis pensamientos y ahí está Carter: sonriéndome y vengo al curro e intento escribir cosas coherentes mientras pienso en lo absurdo que me parece quererle y no poder darle un beso. Totalmente absurdo.

7 comentarios:

albert dijo...

lo absurdo sería no tropezar para caer de lleno en montañas rusas de lo absurdo. lo único que te pasa es que estás viva

Anónimo dijo...

Yo continúo insistiendo: ¿Y por qué no prueban la modalidad "somos amantes: cada uno en su casa y Dios nuestro Señor en la de todos" (menos en la mía?). A veces funciona...

Lostnilwen dijo...

Jo, Madame, eso es lo que yo quiero...pero él a veces parece que sí y a veces que no...y, claro, yo me quedo en casa esperando que se aclare... Tampoco es que me importe mucho esperarle, me vale la pena.

Anónimo dijo...

Como dice algun proverbio chino(y si no me lo invento) el peor enemigo al que enfrentarse es uno mismo.Enfrentarte a todo los miedoa que tu mente provoca para hacerte dudar, en todas las dudas que te acosan al llegar la noche. Lo bueno que tiene es que tu cuerpo tambien manda y un dia de estos el sueño vencerá al miedo.
Por otra parte dale un poco de tiempo a Carter para que se decida por el modelo "teologico" de Madame. Si no empezamos a buscar a un buen especimen que acepte esta versión. seguro que habra una gran lista de candidatos esperando.

Lostnilwen dijo...

Me temo que en este momento tengo todas las listas a cero: la de amantes, la de posibles futuros ex y la de polvos de una noche. Si conoces candidato para entrar en una de ellas mi número es 6********.

Anónimo dijo...

Eso será porque te dejas ver poco, niña. No creo yo que el fragor de la batalla de una noche te haga ganar la guerra. Pero, vaya, si entramos en estos temas y hablamos en estos términos, no hay nada que nadie haga mejor que uno mismo. Los besos y las caricias ya son otra historia, claro. Paciencia, Clarise, que el quid pro quo llegará: siempre llega. Todo está escrito ya, sólo que los intérpretes le ponemos nuestra esencia. Nadie muere de amor y todo el mundo sigue tropezando. Mientras tanto vivimos, lloramos, meamos, nos enfadamos, gozamos, bebemos, blasfemamos, lo pasamos pipa...
En cuanto termine mis periplos por Hispania, en compañía de Tito Pullo, Lucio Voreno y la señorita Ligia Flavia, júrote que llamo y me paso a ver tu nuevo santuario.

Anónimo dijo...

no se pude ser amante de alguien a quien quieres, porque siemprevas a esperar (tarde o temprano) algo más. no sé si algún día podrá ser pero ahora, no.