Soy torpe. Lo reconozco. No hago otra cosa que tropezar una y otra vez con la misma piedra. No consuela saber que no eres la única. Es que les creo. Cuando me enamoro de alguien creo todo lo que me dice. Veo la realidad por sus ojos y, a veces, se me olvidan los míos... Perdonadme. Ahora ha caido la venda. Amanece otra vez y veo sus luces y sus sombras. Perdóname. Te necesito. Te extraño. Vuelve... ya no están sus palabras. Maté a lenguadeserpiente.
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El sábado acabo la noche con dos vascas de lo más particulares. Encuentros de esos que valen la pena y son una sorpresa. Encontrar a gente tan afin en un mundo tan grande es un privilegio (aunque sólo dure una noche, el recuerdo se queda). Me dejaron de legado los cuatro acuerdos toltecas:
1. Sé impecable con tus palabras.
2. No te tomes nada personalmente.
3. No hagas suposiciones.
4. Haz siempre el máximo que puedas.
La foto es de Chris Anthony. Perdonad la brevedad pero mi cabeza, y mi corazón, está pendiente de Lando (mi gato) que está bastante malito.
4 comentarios:
¿Qué le pasa a Lando? Preocupada me tienes...
He de expresar que su tirada de guante memeil está dando sus frutos en los sectarios blogueros que acampan por aquí y allá. Un beso, tropezona, de una bloguera ¿valiente era? que espera sus desvaríos como agua de marzo (brasileño dixit).
Buenos acuerdos Toltecas... ójala todo el mundo los usara en el día a día.
Y tranquila que el Sr. Calrrisian siempre sale de los malos momentos (como en Bespin, o cuando le querían lanzar al Pozo de Sarlak desde la barcaza de Jabba). Dale un achuchón de mi parte.
Aquí una que es torpe en los sentidos más amplios de la palabra...
Los recuerdos de la noche dejan frases de las que hay que llevar a rajatabla. Buena gente.
Que Lando ronronee otra noche...y otra... y otra. Salud
Quizás te guste realmente esa piedra...
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