
Que os sean llevaderas y las paséis como podáis / queráis.
La ilustración es de Zutto.
Paz
Sí Babs, sí. Sí Babs, sí. Sí Babs, darling, hasta mañana, sleep well, corderito atrás de otro, ya pasó, nena, ya pasó.




Un guerrero japonés fue capturado por sus enemigos y encarcelado. Aquella noche no podía dormir, porque sabía que al día siguiente iba a ser interrogado, torturado y ejecutado. Entonces surgieron en su mente las palabras de su maestro Zen: "El mañana no es real. Es una ilusión. La única realidad es el Ahora. El verdadero sufrimiento es vivir ignorando este Dharma (enseñanza)". En medio de su terror, súbitamente comprendió el sentido de estas palabras, se sintió en paz y durmió tranquilamente.
Encadeno días sin historia, sin final, sin principio, exactamente igual al día anterior y al de mañana, colgada el eterno loading... de mi realidad. A veces puedo levantar un poco la cabeza y esperar a sentir algo. Sólo a veces lo consigo. La Latina, un día cualquiera como ayer, como mañana, otras caras y las mismas conversaciones, otros tipos pintando lunas y creyéndose que van a conseguir algo de nosotras. Basura. No. No hablo en pasado porque no me da la gana. Supongo que aún le quiero. Sé que le quiero. Fin del ciclo y loading... como el ordenador cuya placa base ardió esta semana y que no pongo a punto por mucho que instale. Todo tarda un tiempo en volver a ser lo que era. Algunos hombres, demasiado. Al final sólo somos personas intentando sobrevivir al caos entre cervezas. Sólo a veces lo consigo, sentir. Digo.



Acababa de oir un grito lejano. La ciudad escondía un demonio dormido en un cuarto con fotos de años lejanos. Desperté como los niños tras una pesadilla. Soñé que andabas cerca y que desmontabas mi vida. En un camino perdido entre las notas de una partitura escrbí un deseo que otró tocó con flauta travesera mientras mi corazón latía al ritmo de un cajón flamenco. El grito de odio oído en lo más profundo del alma me hizo reaccionar y lanzarme al pogo para darme de codazos contra los que, como tú, siempre prefieren bailar agarrados. Huir, huyamos, huyendo... yo sólo sirvo para puntuar las comas, para corregir defectos, para escuchar problemas y para no aguantar más tiempo del necesario a los otros. Ten cuidado, en una de estas puedes acabar con un nocturno clavado en tu cabeza.

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Metí la selva en una manzana. Te la regalaré un día de estos cuando te atrevas a reconocer que tienes ganas de dejarte caer por mis precipicios. En mi selva soy la única depredadora. Soy la única que decide si te quedas a jugar un rato o te como de postre tras habernos apareado. Soy tu amantis religiosa y los dos lo sabemos.
Cada minuto que pasará, y sin que usted lo sepa, iré alejándome un poco más de su vera. No es triste, no se preocupará usted por perderme. Iré un lugar más cómodo y estaré menos atada a los dimes - diretes, sentimientos e historias interminables. Usted se dará cuenta, como siempre, tarde y para cuando decida reaccionar estaré ya en otros brazos (que veré en breve). No sentirá usted pena, no se preocupe, se sentirá estúpido y entonces yo sonreiré, desde el otro lado, y le lanzaré un beso infinito que nunca podrá tocar.



Introducir en la coctelera una parte de realidad estrictamente proporcional a la parte de sueños, añadir unas gotas de recuerdos y un chorrito de amor propio, tres besos por mejilla y dos sonrisas. Una vez mezclado todo decorar al gusto con risas y compañía.

El otro día me dijeron que épocas de stand by lo que tienes que hacer es acabar de pararte, darte cuenta de dónde estás, asumir tu situación y poner orden en tu vida. Me paré. Hice sólo lo que me apetecía hacer. Me escapé de cañas por las venas de la Latina. Me lié la manta a la cabeza y dejé de lado obligaciones autoimpuestas y entonces, por fin, llega el frío a Madrid. El frío me hace sentir viva, no sé muy bien por qué. Y empiezo a darme cuenta de que cada mujer es la suma de varias. Y yo tengo un par de ellas paraditas, esperando su momento, pero sigo adelante con las que puedo para, al menos, intentar encontrar algo que haga responder a las que aguardan dormidas. Más o menos así está el tema. No es mucho, pero es algo más que lo que tenía la semana pasada.







Si esta noche me encuentro por Madrid a uno de esos gnomos que te conceden un deseo le invito a unas cañas a cambio de unos zancos mágicos que me permitan ver la realidad desde una nueva perspectiva. No quiero mirar con desdén a los bajitos, ni necesito sentirme superior, sólo quiero tener el punto de vista de los pájaros, como las palomas que te observan comer y que te escuchan mientras te tomas algo en una terraza con frío. ¿Qué pensarán de mí las palomas de Madrid? ¿Creerán que tengo valor o que me falta? Mis zancos mágicos me permitirían observar las cosas más triviales: los cafés con leche de la mora, las miradas de alcaudón su pequeña amada, al hada creando mundos de fimo, a la maga con sus niños, a la voz carraspeando por las mañanas, a las cosas que no veo de quien me importa y, sobre todo, observarte mientras me observas, atender al gesto, a la palabra, a los minímos roces de nuestros cuerpos. Una nueva perspectiva de tu aliento, de tus manos, de mis ojos en tus ojos, de mis ojos en tu espalda, de tus mudanzas y de tus series en DVD.


No te comas los espaguetis crudos,

Cuando me mataste me reencarné en ave. Libre, aprendí a volar, a alimentarme sola y sólo cuando tengo hambre, a respirar sin sentir tus latidos, a sentir de nuevo el aire en la cara mientras paseo por un inmenso Madrid que es sólo mío. Cuando me mataste no entendí que me estabas regalando MI vida.
Tienes que ser coherente contigo mismo. Tienes que ser justo. Tienes que evitar juzgar a los demás. Tienes que entender que no hay razones ni motivos que justifiquen un insulto y/o/u algo más grave. Tienes que intentar empatizar con los demás. Tienes que evitar frustrarte si no consigues que te entiendan. Tienes que seguir andando seas como seas y pase lo que pase. Tienes que vestirte de alegría y disfrutar de los pequeños buenos momentos. Tienes que tomar decisiones. Tienes que elegir. Tienes que ser coherente contigo mismo. Tienes que hacer tantas cosas que, al final, te mareas y prefieres esperar sentada a que se arreglen solas.
Reconoció el olor del lugar donde había nacido. Lo sé porque, de pronto, dejó de estar tranquilamente dormido entre mis piernas para asomar su pequeña cabecita observando Despeñaperros como diciendo: esto me suena. Cuando llegamos a la playa no dejaba de mirar el mar y de oler el aire intentando descubrir porqué era tan distinto al de Madrid. Se enamoró del mar. Por eso Lando saltó por la ventana y se fue a divertirse dejándome sola y llorando durante horas de agonía. Afortunadamente, apareció dolorido y muerto de miedo pero con la primera gran aventura de su vida debajo de su patita...



Soy gótica, pesimista, mentirosa, siempre me meto en líos, no creo en nada o creo demasiado, o no ando o no paro de correr. Soy de extremos -blanco o negro, pocos grises- o quiero u odio - no me caes un poco bien ni relativamente bien-. Tengo manía a mucha gente que no conozco. Sólo admiro mi sombra. No puedo con la gente convencional. No soporto ir a la moda. No intento caer bien - me la suda mucho lo que opines, puedes quedártelo para tu almohada-. Soy muy buena en mi trabajo - la mejor que conozco-. Todo es mejor si escucho la música adecuada en el momento adecuado. No me importa no dormir. Como mucho. Peso poco. La vida, a veces, me asquea. También me asquean los chulos, los niñatas, las chicas que les importa que se les rompan las uñas, los que consideran que un perro es mejor por tener pedigrí y, en general, lo pijos, las fashion y la gente del Real Madrid. Me parece ridículo que te sientas orgulloso de cosas tan absurdas como la universidad en la que has estudiado. No eres mejor que nadie, desde luego no eres mejor que yo. De toda la gente que conozco la mejor soy yo misma. Vivo sola, tengo un gato, pago mi piso y nadie me ayuda. No necesito que me invites a comer ni a cañas y no quiero que me ayudes a subir las bolsas a mi casa si no te lo he pedido. Me gusta dormir sola y me da mucho asco compartir legañas con nadie. No soy persona hasta que no me tomo el café por la mañana. Siempre doy el 100% (tambíén en el odio y en la rabia). Me gusta Barcelona. Me parece que el mundo está lleno de inútiles que deberían morir y dejar espacio para la gente más hábil. Soy del Atleti desde que nací. Me gusta el fútbol y veo todos los partidos que puedo. Leo cómics pero no soy friky (o sí y me la suda lo que opines). El mejor momento de Star Wars es cuando Han Solo dice 'Lo sé'. Me sé diálogos completos de muchas pelis. Odio los pilares de la Tierra, es un libro para mentes simples. Prefiero la cerveza a un Rioja. No necesito que me salves ni me sale de las narices ayudarte más. Me apetece (mucho) felicitar en persona al hada. No me apetece una mierda quedarme en mi casa. A Dios pongo por testigo que esta tarde vuelvo a ver el dvd de Coltrane. " Si me encierro ven a verme, un vis a vis; caí preso dentro de mí, dentro muy dentro de mí..."
De noche me llega una paloma mensajera directa a mi balcón. Me dice, otra vez, que me espera en el café delnotespero situado en alguna terraza alaluzdelaluna con un mojito en una mano y un malboro en la otra tirando piedras sobre el tejado de la mediocre rutina que hace que a los dos nos dé pornoquerernos cuando nohagotracosaquepensarenti.
Ignoro si son las (des)ganas de verte las que me hacen no dormir en el planeta de los sueños. No puedo comprender porqué mepierdoentupupila mientras observo las plantas carnívoras de mi jardín. Intento pensar en ir o no pero ya estoy andando rumbo al café del queseradenosotros, con el oficio de vivir bajo el brazo y las ganas de perderte de vista (o perderme en tus vistas). La luna sale para todos pero sólo a los descarriados nos invita a salir, a (des)enamorarnos y a recorrernos perdidos en las venas del vicio.
Me dejo llevar en por el torrente sanguíneo porque no hay forma humana de ir a otro lado que no sea al que te empuja el corazón. Camino rauda-veloz y sin pensarlo demasiado por las arterias del vicio y de la noche que terminan, ineludiblemente, en un taxi a medias y una promesa de volver a llamarnos que volveré a incumplir. La he cagado. Ya no te queda más remedio que bailar siguiendo el flujo y bombeo continuo... Prometo (con la boca pequeñita) no abusar de tus drogas (sobre todo de tus ojos). Prometo verte la próxima noche... o no...

